miércoles, 12 de febrero de 2014

l u t o


Estimad@s lectores, hoy NO puede ser un día "normal" luego de que la vida de un jóven estudiante fue cegada por la
violencia de unos delincuentes cobardes durante la marcha estudiantil en Caracas.
Asistí a la marcha junto a mi hijo mayor, estudiante de la Universidad Católica Andrés Bello, marchamos junto a cientos de miles de personas en completa paz y civilidad. Llegamos a la Fiscalía y en frente del edificio gubernamental exigimos la liberación de los estudiantes presos. Nuestra única arma: espíritu democrático.
Ruego al Señor Todopoderoso porque consuele a las familias que fueron enlutadas hoy, en especial a la madre de este muchacho que en el "Día de la Juventud" derramó su sangre para que esta patria no se pierda. Seguimos en la lucha física, moral y espiritual.

Bendiciones.
YLLO



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